Joaquín Ipinza
Nació en un lejano país del sur del mundo, donde las más imponentes montañas contrastan con un océano infinito y profundo, donde aún existen zonas inexploradas envueltas en Naturaleza magnífica y sagrada. Creció en el seno de una familia muy especial: Su padre, zoólogo, naturalista y cofundador del la institución ambientalista más importante de ese país, le enseñó a amar a la naturaleza, y a entenderla. Su madre, cantante lírica, lo inició en la música precozmente. Luego ingresó a la universidad, estudiando anatomía, biología, ecología, botánica, zoología, fisiología humana, lo que le llevó a conocer ampliamente al ser humano y a su entorno.
Luego descubrió a través de la Antropología, la sabiduría y belleza de las culturas precolombinas que habitaron su país. Después se sintió llamado a conocer más de esa nación, descubriendo en ella una fuente de misticismo y vida que marcó profundamente la sensibilidad y el espíritu del músico, llevándole a adentrarse cada vez más profundamente en los lugares más bellos, solitarios y alejados de la civilización que aún quedaban en el planeta, experimentando emotivas experiencias en esos lugares, donde sólo existe creación divina.
Es así que Joaquín hizo el juramento de hacer todo lo que estuviera en sus manos para mostrarle al mundo este paraíso, y lo importante que es el preservarlo, desarrollando durante años el proyecto «SUR PROFUNDO». Es así que ha realizado ya tres producciones (AGUAS CRISTALINAS, SUR PROFUNDO y AUSTRALIS), y creando tres espectáculos multimedia (POR EL BOSQUE NATIVO, LA SELVA SAGRADA y AUSTRALIS), incorporando a su trabajo gran parte de las ramas del arte. El no se detendrá nunca en su trabajo, pues hay un gran amor en ello, el amor por la Ñuke Mapu, a madre tierra, y por el alma humana que le da conciencia.